martes, 24 de noviembre de 2009

Inseguridad. Esa ola irá creciendo cada día que pase

Cuando en el año 1995 - asumo que con mi nefasto voto inicial - el turco ratón y sus políticas roedoras hicieron trepar el desempleo del primer semestre al 16,6%, triplicando la media desde la recuperación democrática, y la desocupación de menores de 24 años ( 15 a 24 años es el tramo de análisis) alcanzaba el 21%, los vecinos de clase media que hoy se han transformado en barra brava de living, los residentes en por ejemplo, Guaild que está de moda, se deleitaban meta que meta el living la vida loca.

Aquellos muchachitos y muchachitas tenían 15 años en el año 94 , no pudieron emplearse jamás y hoy tienen 30 años - y los que vinieron 29, 28, 27, 26, 25... - eran y son jefas de hogar en el 35% de los casos y nunca vieron bajar desde aquel lejano 20% inaugural sus niveles de desempleo e incluso, durante el lapso 2001-2004, la media de la malaria laboral juvenil superaba largo el 40%.

Muchos son hoy esos famosos jóvenes que "no trabajan ni estudian", ni lo harán jamás en las condiciones en que los que vivían la vida loca cuando llegó la redención neoliberal, piensan que deberían hacerlo: laburar por mugrosos $ 700 promedio mensuales, en negro y tras diez horas medias diarias de meter la mano en la mierda.

Sucede que llegó la falopa, además llegó la poli con la falopa y parte de los políticos llegaron con la poli y la falopa y todos juntos armaron, hermanados cristiana, apostólica y romanamente, una salida laboral muy interesante para estos miles de jóvenes emprendedores que encuentran finalmente un modo honorable de rajar del matadero silencioso al que los sometieron vaya a saber quiénes, no interesa en absoluto .

Ya no son pobres, ni desocupados, ni víctimas de ninguna sociedad que los expulsó, esa historia ya fue pasó hace mucho tiempo.

Hoy, ya son otra cosa, hay un salto de calidad en sus expectativas y comportamientos que aún no puede ser definido, pero existe. Ya no son las víctimas de un sistema social injusto... más bien , diría que hasta se entretienen victimizando al orden social injusto.

Se han integrado a su manera y todo el escautismo social para "rescatarlos", fracasa y lo seguirá haciendo. Ya no están en los márgenes de la sociedad, han corrido las orillas y pagan -alto- precio por ello. Se sacrifican jóvenes, matan y los matan - nada distinto a lo que les esperaba si se portaban como buenos menesterosos merecedores de la piedad del rabi Bergman -, pero ya no están a la intemperie, ni demandan ayuda filantrópica y , ay!, desdeñan las romanzas de los tenores huecos.

En fin, Mirta, Susana; Marcelo, Sergio, pero también los "distribuidores del ingreso", "eso" que se nos ha creado vaya a saber por qué - a quién le interesa ya- , eso...es obvio que no tiene solución. No se mientan , asuman el cuiqui y adminístrenlo lo mejor que puedan...No hay más seguridad!

Sucede que ahora sí la historia tendrá que contar con los que fueron pobres de América, con los antes explotados y vilipendiados, que han decidido empezar a escribir ellos mismos, para siempre, su historia.

Ya no se los ve por los caminos un día y otro, a pie, en marchas sin término de cientos de kilómetros, para llegar hasta los «olimpos» gobernantes a recabar sus derechos.

Ya se les ve, armados de piedras, de palos, de machetes, metralletas, fusiles de alta presición en un lado y otro, cada día, ocupando las tierras, afincando sus garfios en las tierras que no les pertenecen y arrasándolas con sus vidas.

No se les ve, llevando sus cartelones, sus banderas, sus consignas; ni haciéndolas correr en el viento, por entre las montañas o a lo largo de los llanos.

Pero esa ola de estremecido rencor, de justicia reclamada, de derecho pisoteado, que se empieza a levantar por entre las tierras de Latinoamérica, esa ola ya no parará más. Esa ola irá creciendo cada día que pase.

Porque esa ola la forman los más, los mayoritarios en todos los aspectos, los que ya no acumulan con su trabajo las riquezas, ni crean los valores, ni hacen andar las ruedas de la historia y que tampoco despiertan del largo sueño embrutecedor a que los sometieron.

Fuente:http://rambletamble.blogspot.com/2009/11/esa-ola-ira-creciendo-cada-dia-que-pase.html (Artemio López)

Se puede estar de acuerdo o no (yo en gran parte lo estoy), pero lo que sí debemos tener en cuenta es que estos problemas no se arreglan con artilugios mágicos ni con pedidos "desesperados" de la masa mediática argenta que creen representar las "señoras" TV o el conductor "azulgrana", que ponen el grito en el cielo, pero que cuando pueden se van a gastar fortunas afuera del país sin importarles un comino lo que pasa cotidianamente en la Argentina. Por eso estos temas merecen una discusión más profundas y mejor que la que nos pueden dar estos personeros de la plata fácil y del derroche menemista de los años 90.

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